
Tener un lugar seguro para dormir es importante para todos en la familia. Hay medidas que puedes tomar para asegurarte de que el ambiente donde duerme el bebé sea lo más seguro posible. La Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) indica que los bebés duermen mejor solos (en una superficie separada de sus padres, hermanos o mascotas), boca arriba (no de lado ni boca abajo hasta que puedan voltearse solos) y en una cuna sin almohadas ni juguetes.
Asegúrate de no tener globos flotando en ningún lugar cerca de tu bebé. Guarda las bolsas plásticas y otros posibles peligros de sofocación de manera que un hermano o hermana no pueda tirarlos dentro del área donde duerme el bebé. La AAP además recomienda colocar la cuna, el moisés o capazo o el corral del bebé en el mismo cuarto que los padres durante el primer año de vida. Es importante considerar la seguridad del bebé cada vez que duerme, incluso durante el día y con las personas que lo cuidan, como las abuelas o en entornos de cuidado infantil.
Seguir estos pasos, además de la lactancia exclusiva y no fumar, pueden reducir grandemente el riesgo de Síndrome de Muerte Súbita de los Bebés (SIDS, por sus siglas en inglés) y otras causas de muerte mientras duermen, ocasionadas por sofocación y estrangulación.
Es importante seguir prácticas seguras al dormir en cada siesta y durante la noche, pero esto puede presentar un reto cuando todos están cansados y otras personas vigilan a tu bebé. Por ejemplo, las personas pueden quedarse dormidas con un bebé en el sofá, una silla o silla reclinable, que son lugares peligrosos para los bebés si la persona que lo cuida se duerme.
Podría ser útil tener un plan de cuidado durante la noche. Aquí te presentamos algunas ideas:
- Considera dormir por turnos. Esto significa que un cuidador es responsable por responder a las señales del bebé y mantener un ambiente seguro de sueño durante parte de la noche, mientras el otro cuidador o persona de apoyo es responsable del resto de la noche.
- Cuando te despiertes para cuidar a tu bebé, aliméntalo (o acurrúcalo) en una cama de adultos. La AAP recomienda este arreglo en lugar de sentarte en un sofá o una silla porque existe la posibilidad de que el cuidador se quede dormido. Podrías también poner una alarma en tu celular para despertarte por si te quedas dormida sin querer.
- Si te llevas al bebé a la cama para alimentarlo o consolarlo, asegúrate de que no haya almohadas, sábanas, mantas ni ningún otro artículo que le cubra la cara, cabeza o cuello o que lo caliente demasiado, por si te quedas dormida mientras lo cuidas.
Existe una cantidad de factores que influyen en la decisión de dónde dormirá el bebé. Algunos padres toman la decisión de compartir la cama intencionalmente y otros comparten la cama algunas veces, o durante parte de la noche o toda la noche sin planificarlo. Los Institutos Nacionales de la Salud de los EE UU. han creado un folleto gratis que puedes descargar, titulado Ponga a su bebé a dormir sin peligro.
Como con todas las estrategias de crianza, existen beneficios y riesgos. La recomendación de la AAP es tener mucho cuidado al compartir la cama si:
- Tu bebé tiene menos de 4 meses.
- Tu bebé nació prematuro o bajo peso.
- Si tú o cualquier otra persona que esté en la cama fuma cigarrillos o cigarrillos electrónicos (aunque no lo hagan en la cama).
- La madre del bebé fumó durante el embarazo.
- Has tomado algún medicamento o fármaco que te hace difícil despertarte.
- Has ingerido alguna bebida alcohólica.
Indica a cada una de las personas que cuida a tu bebé las medidas más recientes que has tomado para mantenerlo seguro. Esto incluye a niñeras, abuelos, parejas, hermanos y proveedores de cuidado infantil.
Haz clic AQUÍ para leer la lista completa de recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría sobre la seguridad del bebé mientras duerme.