
Aunque los nuevos padres se convierten rápidamente en expertos al prepararse para salir, puede ser complicado al principio. ¡Prepárate para escupitajos de última hora y explosiones de pañales! Si estás planeando conocer gente, asegúrate de recordarles que los bebés y los niños pequeños son impredecibles y que deben ser pacientes si llegas tarde. Tener una bolsa o un bulto listo “para llevar” puede ser útil. Los artículos esenciales incluyen pañales, toallitas, bolsas de plástico para los pañales sucios, un cambio de ropa para el bebé, una camisa nueva para mamá (por si te escupe), toallita por si escupe o para los gases, un sombrero, una manta extra, un chupete (si usa uno), y un juguete o dos. Muchos padres guardan esa “bolsa de pañales” durante años, ya que las toallitas, las meriendas, el protector solar y las tiritas o curitas siempre son útiles para los niños de todas las edades.
Al aventurarte al principio, hazlo poco a poco. Comienza con un viaje al supermercado para comprar solo uno o dos artículos o salir a tomar un café, no una comida entera. Los recién nacidos son impredecibles, por lo que puede ser difícil adivinar cuándo podría ser el momento “correcto” para salir de la casa. Experimenta. Trata de ir a lugares que no sean demasiados ruidosos o brillantes – que aumentarán la probabilidad de que termines tu comida. Pide sentarte en una mesa un poco más privada si estás amamantando a tu bebé. Eso también puede ser más cómodo para ti. Creemos que las madres deben ser capaces de alimentar a sus bebés donde quieran.
Los viajes en coche y los viajes en avión pueden ser un reto, pero también pueden ser más fáciles de lo que crees. Conducir con un bebé gritando puede ser muy estresante. Cuando esto te suceda (porque definitivamente pasará), si todavía te falta bastante para llegar, podría ser mejor parar en algún lugar seguro, aparcar el coche y tranquilizar al bebé.