
Dar a luz es un proceso intenso. Expulsar a un bebé es un trabajo duro y es común que las mujeres tengan dolor de espalda, cadera, hombro o cuello. Además, sostener a los recién nacidos (especialmente durante largos períodos de tiempo) puede ser incómodo y crear tensión muscular. A veces las madres no se mueven durante mucho tiempo cuando sus bebés se sienten cómodos con ellas, ¡y luego se resienten físicamente más tarde! Para las mujeres que lactan a sus bebés, las posturas al amamantar pueden contribuir a la tensión muscular, al igual que el peso de los senos llenos. Otras mujeres pueden experimentar dolor en la muñeca u otros dolores. Todo esto es de esperarse y se puede tratar.
Las contracciones uterinas/calambres son una parte incómoda del período posparto inmediato y más allá a medida que el útero cambia de forma, desde alojar a un bebé hasta volver al tamaño de una naranja. Estos “dolores del posparto” generalmente disminuyen en intensidad por el tercer día después de dar a luz. Tomar ibuprofeno, 600 mg hasta 3-4 veces al día, ayuda con los dolores del posparto. Algunas mujeres encuentran que el ibuprofeno les causa malestar estomacal, puedes sentirte mejor si lo tomas con una merienda.
Alrededor del 40% de las madres tienen dolor de cabeza en la primera semana después del parto. Los dolores de cabeza pueden ser el resultado de la caída de los niveles de estrógeno y progesterona, fatiga, o estrés. La disminución de los niveles de estrógeno después del nacimiento puede causar migrañas en mujeres que experimentan migrañas en sus ciclos menstruales.
Las mujeres que recibieron anestesia epidural o espinal y notan que su dolor de cabeza empeora cuando se sientan o se ponen de pie pueden tener un dolor de cabeza posterior a la punción dural. Inicialmente se tratan con líquidos y analgésicos. Si eso no funciona, los dolores de cabeza posteriores a la punción dural se pueden tratar con un procedimiento llamado parche sanguíneo.
Cuándo llamar a tu proveedor
Si tu dolor de cabeza no mejora con ibuprofeno o paracetamol, y/o tu visión se vuelve borrosa, llama a tu proveedor de inmediato y déjale saber. Podría ser una señal de presión arterial alta y es necesario que te revisen. Si tu dolor se intensifica, también debes llamar a tu proveedor de inmediato. ¿A mitad de la noche? Llama de todos modos. Los dolores de cabeza intensos pueden indicar problemas graves.
Cosas que podrían ayudar
- A menos que tu médico indique lo contrario, puedes tomar ibuprofeno (Motrin (TM) o Advil (TM)) para ayudar con el dolor, hasta 600 mg cuatro veces al día, así como paracetamol (Tylenol(TM)), no más de 3500 mg en 24 horas. El paracetamol funciona de manera diferente al ibuprofeno, y tomar ambos medicamentos funciona mejor que tomar uno u otro. Ambos medicamentos son seguros cuando estás amamantando. Puede ser útil anotar cuándo has tomado analgésicos o usar una aplicación, para que no termines tomando demasiado.
- Presta atención a cómo sostienes, cargas y alimentas a tu bebé. Mira si hay diferentes maneras en que puedes sentarte o usar almohadas como accesorios para aliviar la presión sobre el cuello y la espalda. Para algunas mujeres, las almohadas curvas, con forma de dona o rosca (como “My Breast Friend”) pueden ayudar a colocar al bebé mientras lo alimentan con menos tensión en cuello y los hombros de la madre. Trata de no llevar a tu bebé en su asiento para el auto, son muy pesados.
- Puedes intentar poner calor en los músculos para ayudarlos a relajarse, usando un calcetín con arroz caliente o una almohadilla o cojín eléctrico. Tomar un baño caliente también puede ser relajante, sin embargo, evita el uso de productos como los baños de burbujas.
- Usa un buen sostén firme, que te brinde soporte.
- Para aliviar los calambres, sostén una almohada o una almohadilla eléctrica sobre el abdomen, acuéstate sobre el estómago si así estás cómoda, o acuéstate de lado con una almohada entre las piernas y sobre tu estómago.
- Si tienes los recursos para masajes de cuello o pies, ahora es el momento de usarlos. O pídele a tu pareja o amigo que te dé un masaje en la espalda o en los pies. El poder del tacto ayuda a sanar.
- Considera hacer algunos estiramientos muy simples para aliviar un poco la presión.
- Trata de respirar profundamente y escuchar música.
- Las cremas o aerosoles tópicos en ciertas áreas pueden ayudar.
- Si el dolor continúa, es posible que desees ver si tu seguro cubre tratamientos como terapia física, acupuntura o servicios quiroprácticos. Algunos proveedores tienen tarifas variables para las personas sin seguro.