
La congestión de los senos y los senos demasiado llenos (cuando se llenan de leche y son firmes al tacto) generalmente ocurre alrededor de 3 a 5 días después del parto, dependiendo de la estimulación de los senos y el pezón (por ejemplo, la frecuencia de la alimentación del bebé) y también del cuerpo de cada mujer. A veces, las mujeres que dan a luz por cesárea experimentan más tarde la aparición de la congestión de los senos, y esto puede reflejar la mayor dificultad que las madres tienen al moverse, manejar a sus bebés y alimentarlos tan a menudo como las que dan a luz vaginalmente. Este reto en la movilidad puede anticiparse y debe ser atendido por las enfermeras en la unidad postnatal, doulas, y la familia y otros apoyos.
La experiencia de la congestión de los senos puede ser tranquilizadora para quienes quieren amamantar o extraerse la leche porque indica claramente la presencia de leche. Sin embargo, la congestión también puede ser dolorosa. Actualmente no existe una forma estándar de diagnosticar la congestión de los senos. Es difícil saber si se resolverá (generalmente) o complicará. Se provee información sobre una infección, que puede ocurrir.
Cosas que podrían ayudar
La prevención de la congestión de los senos y su manejo no se ha investigado lo suficiente. Algunas estrategias que pueden ser útiles para minimizar el riesgo de la congestión de los senos y ayudar a resolverla es lactar o extraer la leche con frecuencia, y darte masajes en los senos con las manos después de extraer la leche. Otros enfoques que se han estudiado con posible impacto positivo incluyen compresas frías en los senos, aplicar hojas de repollo verde fresco y lavado en los senos entre las tomas, y la acupuntura para las madres.
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