
Los trastornos autoinmunes no controlados se asocian con una mala calidad de vida, discapacidad y, a veces, un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y otros daños en los órganos. Dependiendo de tu condición, es posible que se exacerbe, que tengas síntomas nuevos o que los mismos empeoren después del nacimiento de tu bebé.
Tu proveedor debe trabajar contigo para encontrar medicamentos que sean seguros para la lactancia materna (si eso es algo que quieres hacer) y puede ayudarte con los cambios en la dosis. Si los síntomas dificultan que cuides de ti misma o de tu bebé, es posible que desees solicitar una consulta con un terapeuta ocupacional para desarrollar nuevas estrategias que puedan facilitar este tipo de tareas.
Recursos: