
Cuando nos convertimos en madres, estamos programadas para proteger a nuestros bebés. Las hormonas del parto, los abrazos y la lactancia provocan que las madres respondamos al llanto de nuestro bebé. Pero se supone que no debemos hacerlo solas – de hecho, la razón por la que los bebés han evolucionado para ser tan lindos es para que otros adultos quieran ayudar a cuidarlos. Los humanos son criadores colectivos, y se supone que nuestros amigos y familiares también carguen a nuestros bebés y nos ayuden, cuidándolos como un equipo.
Así es como lo hemos hecho durante miles de años, pero en los Estados Unidos del siglo XXI, demasiadas madres se quedan solas para criar a un nuevo bebé, además de manejar todas sus otras responsabilidades, tanto personales como profesionales. Esa es una gran parte de por qué “la culpa de las mamás” es tan común. Nos sentimos así porque queremos hacer lo más posible en todos los aspectos de nuestras vidas, al mismo tiempo. Este es un reto sin importar el número de nacimientos, niños, situación laboral, vida en el hogar, edad, estado de la relación, sistemas de apoyo, etc.
Cuando las mujeres no cumplen con sus propias expectativas, o se comparan con las demás, pueden surgir sentimientos de culpa, duda, ansiedad o incertidumbre. Este problema no es exclusivo del cuarto trimestre. Esta motivación para hacer todo bien se puede poner en perspectiva. Lo opuesto a la culpa es el orgullo, el respeto, la bondad, la fortaleza y la bendición. ¿Qué pasaría si las mujeres de todo el mundo fueran capaces de redefinir las situaciones para poder celebrar su fortaleza y resistencia?
¿Cómo puedo lidiar con “la culpa de las mamás”?
- ¿Estás dudando de tus habilidades de crianza o sientes que te juzgan? Los bebés son únicos, y las madres son únicas – ¡CONFÍA EN TI MISMA! Por supuesto, una mente abierta y un aprendizaje continuo son importantes, pero también usa tu intuición al tomar decisiones sobre tu hijo, sobre ti misma y tu familia.
- ¿Te estás comparando con los demás? Ten en cuenta que muchas personas solo muestran lo mejor de sí mismas en las redes sociales. No es la historia completa. Tu situación no es la misma que la de los demás. ¡Tú eres tú! También está bien tomar un descanso de las redes sociales de vez en cuando.
- ¿Te sientes ansiosa en casa o al dejar a tu bebé? Ambos sentimientos son comunes. Está perfectamente bien decir: “Me siento mejor cuando paso algún tiempo fuera de la casa”. También está perfectamente bien decir: “¡Me siento mejor estando con mi bebé, así que viajamos juntos!” – ¡haz lo que funcione para ti.
- ¿Tu agenda de tareas te hace sentir triste? Las madres a menudo usan tantos sombreros – date permiso para priorizar algo que te traiga alegría. Cuando mamá es feliz, todo el mundo es más feliz también!
- ¿Tus sentimientos están afectando tu trabajo, relaciones u otros aspectos de la vida diaria? Realmente se necesita una comunidad. Habla con tu pareja, familia, amigos y equipo de cuidado de salud. ¿Cómo podrían ayudarte a manejar tus nuevos y roles y responsabilidades? Lee más información sobre la ansiedad, la sensación de decaimiento, la preocupación y otras preocupaciones relacionadas con tu estado de ánimo.
- En resumen: No hay una manera perfecta de criar – eres perfecta porque eres tú. La crianza no es una competencia. Sé amable contigo misma y sé realista con tus expectativas. El período posparto tiene que ver con el cambio. No es fácil. Concéntrate en lo que más importa y el resto se puede resolver.
¿Cómo puedo ayudarme a mí misma u otras mamás a luchar con “la culpa de las mamás”?
- ¡Habla con amigos que te apoyen! Explora las redes comunitarias en persona y en línea. No estás sola.
- Háblate a ti misma como si hablaras con un amigo.
- Haz un esfuerzo para detener los ciclos de la culpa. Si dices cumplidos genuinos a los demás, sentirás también ese positivismo.
- Si tienes amigos en las redes sociales que te causan estrés, deja de seguirlos.
- Haz comentarios amables casualmente. ¿Ves a una mamá haciendo su mejor esfuerzo en línea, o en una fila? Haz todo lo posible por dejar un comentario que te gustaría leer en tus propias redes sociales o sonríe y ofrécele una mano.
- Habla con tu proveedor de cuidado de salud, terapeuta u otra persona de confianza. Sentirte escuchada te ayudará mucho y las estrategias para adaptar el comportamiento pueden ser efectivas.
- Investiga sobre algo con lo que estés teniendo dificultades, pero confía en tu intuición.
- Comienza un diario de cosas positivas, cada día escribe una cosa por la que estás agradecida o puedes llamar “una victoria”. ¡Piensa en las cosas simples!
- Encuentra el humor y algo positivo en las rutinas diarias, piensa en las pequeñas alegrías.
- En lugar de una lista de tareas pendientes, haz una lista de las cosas que hiciste.
- La crianza es una combinación de alegría abrumadora, un miedo terrible y una frustración tremenda. A medida que te abres camino a través de la maternidad, busca activamente cosas que te traigan alegría. Puede ser fácil no verlas, mientras que de alguna manera, no hay que hacer ningún esfuerzo para encontrar el miedo o la frustración.
Recursos adicionales para explorar (*en inglés):